
Más que un Vision Board
Septiembre e incluso octubre es un momento en el que para muchas personas comienza el año y es entonces cuando plasman sus objetivos. Hay muchas formas de organizarse pero un Vision Board suele ser uno de los métodos mas compartidos en redes sociales.
¿Por qué tu Vision Board no ha funcionado?
Si eres de esas personas que sí que lo han llegado a realizar pero no vieron sus sueños materializados, ahora, puedo explicarte por qué tu Vision Board no ha funcionado.
Cada vez que el patrón de pensamiento se enfoca hacia la meta, ésta es intensificada. Y cuanto más se intensifica más magnética se vuelve y por atracción se empieza a construir.
Nunca me atrajo especialmente hacer un Vision Board. Tenía la impresión de que le faltaba algo. No entendía que prácticamente desde la nada y como por magia por poner unas fotos, se fuera a crear algo que yo quería.
Uno de los motivos por los que no te funcionaba es como la de esos cocineros que te dan la receta pero se guardan algún ingrediente especial. Y yo tenía la impresión de que faltaban ingredientes en lo que me contaban, y así era.
¿Qué ocurre cuando lo creas?
Cuando decides ir hacia una determinada meta, estás haciendo algo así como sintonizar un GPS. Cada decisión que tomas hacia tu objetivo, te coloca automáticamente en un lugar nuevo.
Escribir podría decirse que es mágico, porque estas plasmando tus pensamientos en palabras y/o imágenes. Al hacerlo, focalizas tu atención en construir el camino hacia tu objetivo.
La frase «donde enfocas tu atención, enfocas tu energía» es mucho más importante y profunda de lo que a simple vista parece.
Sentarte, pensar en qué lugar quieres estar de aquí a 6 meses (me lo invento), focaliza tu energía en crear esa nueva situación. Desgranar cada uno de los pasos, sus pormenores y qué necesitas para gestionarlos comienza a movilizar tu energía en esa dirección.
Plasmarlo en un papel, cartulina etc, ponerlo en lugar visible, mirarlo, leerlo, sentir que ya lo has logrado, son ingredientes básicos y que tantas veces has escuchado. Pero ahora te voy a dar algunos extras.
Los ingredientes secretos
Tan pronto lo tengas todo claro y lo plasmes, van a aparecer las interferencias. Estas pueden venir dadas en personas (que te van a querer modificar o incluso quitar la idea), o situaciones que te mostrarán «un problema». Es vital que estés al tanto, ya que son exactamente las cuestiones a solventar para continuar avanzando. Tú decides como siempre si continuas en la misma dirección marcada gestionando los obstáculos o si sucumbes a los inconvenientes o buenos consejos.
Dudar entre el lugar en el que estás ahora y el que quieres estar, es la bomba lapa de tu vision board y lo que puede hacer que no solo vuelvas al lugar en el que estabas sino que te coloques incluso en uno menos ventajoso. Ánclate a tu objetivo en cuanto lo tengas claro.
Además has de tener en cuenta que cuando te enfocas en un determinado objetivo te colocas en una sintonía determinada. Las interferencias pueden hacer que ésta cambie y te desviarías de tu meta. Para asegurarte en ella, mi consejo personal es que escojas el momento del día (yo prefiero al despertar) en el que vas a plantarte delante de tu mapa y repasarlo. Cuando te despiertas de un sueño un ratito después continúas acordándote, pero si no lo apuntas, no serás después casi capaz de recordarlo. Aquí aplicamos la misma teoría, recuerda cada día, siente, dónde quieres llegar a estar. Sosten la sintonía.
Las distracciones que te sacan del flujo de acontecimientos que tienes planeado hacen que te estanques, vuelvas a la casilla de salida o que al final abandones. Hablo de redes sociales, eventos por compromiso, cursos que no necesitas o amistades tóxicas. La creación de esa visión del lugar en el que quieres estar, esa que has dibujado como más beneficiosa para ti, necesita de tu energía, de tu atención para ser una realidad. Detecta lo que no necesitas ahora y que te interfiere para dirigirte hacia lo que estas creando.
Todo depende de ti
Porque el ingrediente secreto de la abuela es: tu atención. Es desde donde se genera todo.
No subestimes tus anhelos, no los dejes atrás, no pienses no puedo, en que no es posible.
Evidentemente si con 70 años quieres tener un doctorado en Neurociencia partiendo de cero, va a ser complicado. Tampoco ocurrirá nada por mucho que dibujes un mapa si lo haces desde el sofá viendo series y no haciendo nada más.
Calibra tus objetivos. Enfoca tu GPS y haz los movimientos que necesitas.
Confía en que con todos estos ingredientes, unidos a las materias primas de tus conocimientos adquiridos, tu inteligencia emocional y tus habilidades innatas, ahora sí puedes servirte en la mesa el plato que mereces y que es más beneficioso para ti.
Uumm ¿lo hueles?
Cuéntame si has realizado alguna vez uno, qué ocurrió y si lograste lo que te habías propuesto.
Te leo.

