
¡Hola!
Me presento
Todo ha cambiado desde el 10 de marzo de 2020 en que publiqué un Sobre mí, con mi cv y mis expectativas para esta página.
Si quieres ver estrictamente mi recorrido profesional, aquí puedes acceder a mi Linkedlin donde está todo referenciado.
Pero es que un día dije, esto no tiene sentido. Esa soy yo, pero no soy yo de forma integral. Profesionalmente soy más que un CV.
Esta página nació en 2020 porque sentía la necesidad vital de comunicar. Comunicar lo que sabía. Transmitir desde el corazón.
Y al mismo tiempo, en 2020 todos dejamos de ser quienes éramos para pasar a ser otras personas. Porque los retos a los que nos enfrentamos individualmente nos cambiaron.
Ha sido un cambio en paralelo de manera que ya no reconozco ni esa foto de perfil que tengo en redes. Cambiará.
Objetivos
Uno de mis objetivos aquí es visibilizar esta profesión, pero nunca ha sido el visibilizarme yo. Me cuesta mostrarme en redes y tener algún tipo de protagonismo particular. Si ocurre, es una consecuencia, pero no lo que me mueve.
Es por eso que he intentado que los suscriptores de mi newsletter participen de este proyecto. En alguna ocasión les he abierto la puerta de mi web o mis redes para puedan aportar lo que estimen, pero hasta hoy no lo he conseguido.
Cuando lo analizo, veo que, por una parte, tengo material para escribir una nueva entrada relativa a la posición victimista en la que nos anclamos y que es vital abandonar. Por otra, igual es que no sé mostrar suficientemente bien, que cada pequeña aportación es importante. El efecto mariposa existe. Me enfocaré en eso.
Hoy mi visión global e integral no solo de esta profesión sino de ser profesional en general, es completamente diferente a la del principio.
He ido dando un viraje hacia lo natural, la coherencia y la verdad en todos los sentidos.
Mi recorrido
Yo también enfermé, y gestionarlo, me llevó a investigar por mi cuenta, porque nadie venía a salvarme. La colleja me trajo hasta mi recuperación y en el camino, eliminé el velo que tantas veces antes ya había hecho por quitarme.
Comencé tontamente con los aceites esenciales, que me llevaron a la cosmética natural. “No pongas en tu cara nada que no te comerías” me decía mi querida Helena Boufal.
Investigué sobre suplementación, y lo que me viene mejor a mí. Y ahora son parte indispensable de mi vida.
Ya había comenzado cambios en mi alimentación con la dieta foodmap en 2015 de la mano de Blanca García Orea y continué por el camino hacia lo sencillo. Evitar lácteos y gluten que me inflaman, ha sido clave.
Esa inflamación generalizada que también me había hecho pasar de la talla M a la L. No es que me importe el peso. Me importan las consecuencias de una inflamación generalizada y prolongada en el tiempo para todos mis órganos.
Los picos de glucosa que hacían que a las 12.00 de la mañana me bajara la energía en la oficina, aunque hubiera desayunado 2 veces, ya no ocurren.
Y un día también supe que lo que estaba haciendo tenía etiqueta y se llamaba ayuno intermitente. Ocurrió sin más.
Cuando se me empezaron a ver clareas en la cabeza, de la cantidad de pelo que estaba perdiendo, me preocupé también por los productos que me ponían en la peluquería. Los tintes naturales y aceptar mis ondas y su cuidado han hecho que hoy tenga más cantidad que antes (si tu pelo es ondulado ¿qué haces luchando contra tus rizos e invirtiendo dinero y energía en hacerlos desaparecer Alicia?).
Descubrir que soy hiperlaxa (entender sus consecuencias) y por lo tanto la necesidad de mi cuerpo de mantenerse tonificado, hacer ejercicio diario y el añadir entrenamiento de fuerza (por edad) fueron un cambio de chip. Para mí es una cuestión de salud no de estética.
La importancia de los estiramientos para cuidar mi cerebro me lo enseño el libro de Marta Romo, Entrena tu cerebro. Desde ese día forman parte de mi rutina mañanera.
En el camino por gestionar mi equilibrio, me tropecé con el Biohacking. Leer y probar estas técnicas ha sido una de mis últimas investigaciones. Los ritmos circadianos y el grounding me tienen enamorada.
Pasar tiempo en la naturaleza es importante para mí. El verde y el mar, cargan mi pila. Esos momentos de silencio me recuerdan quién soy y centran mi atención en lo importante.
Aunque la última incorporación a mi vida ha sido la del calzado barefoot. Estoy en proceso de adaptación y aquí estoy preguntándome por qué no han hecho todavía zapatos más “monos” para poder ir a la oficina con ellos. Hay un filón ahí. Yo tengo muchas ideas, que me pregunten.
Porque en la oficina lo último que necesito es dispersar mi energía a un dolor de pies por unos tacones. Necesito estar cómoda y si además estoy evitando una futura operación de juanetes, pues maravilloso.
No es una dieta, es una forma de vida
Leer, estudiar, aprender, forman parte de mi vida. Comunicar lo que aprendo también. El cómo, va surgiendo.
Y por qué cuento todo esto. Porque cuando pongo en redes una foto de mi desayuno en la oficina de huevos plancha, queso curado, aguacate etc, y mi café natural después de 17 horas de ayuno, lo que hay detrás de esa foto, no es una dieta, es una forma de vida.
